Cada nación es única e inigualable; rica en virtudes, cultura y hasta valores.
La moral y el derecho de cada pueblo vienen dados por las leyes demarcada por el hombre. Por tanto un régimen de discordia, autoritarismo; injusticia, crueldad, guerra y hasta de maldad; no puede ser mayor que la fuerza renaciente en la gloria del alma soberana de una nación.
Los derechos, los deberes y las acciones de cada ser, deben ser plenas vivencias en las que este logre expresarse, comunicarse y muchas veces hacerse sentir. La democracia es una característica fundamental en un proceso de libertad, ya que ella permite el pleno gozo de una vida regida bajo normas de convivencia e igualdad.
Un pueblo no puede ser reprimido, pues los derechos son de todos y para todos. Exigir respeto por tu vida, tus metas,tus opiniones y puntos de vista, mas que ser un deber, es una obligación.
La represión no puede ser una forma de vida, defender tus ideas y luchar por que sean respetadas es de vital importancia; por que el hombre es libre gracias a la libertad, pues sin ella no podrá serlo.
Autor: Hidalgo Maribel
